miércoles, 28 de abril de 2010

Jacinto Zamora

(Pandacán, Manila, 1835 - Manila, 1872) Religioso y patriota filipino, uno de los tres mártires de la revuelta de 1872 junto a los también religiosos José Burgos y Mariano Gómez, considerado por ello uno de los pioneros en la lucha frente al dominio colonial español.

Hijo del capitán de la milicia local de Pandacán, Jacinto Zamora se formó en el Colegio San Juan de Letrán de Manila, obteniendo el bachillerato en Artes, y después en la Universidad de Santo Tomás, donde se licenció en Derecho Canónico y Civil (marzo de 1858).

Ordenado sacerdote en 1862, ejerció el cargo de párroco de las sedes de Marikina, Pásig y Batangas antes de ganar por oposición una plaza en la Catedral de Manila (diciembre de 1864). Sensibilizado hacia las injusticias sufridas por el pueblo filipino, ya en 1860 participó en una protesta estudiantil contra las autoridades que le valió dos meses de privación de libertad, y al plantearse la cuestión de la secularización del clero fue nombrado junto a los padres Burgos y Gómez miembro del Comité que debía estudiar dicha reforma.

Jacinto Zamora fue acusado de ser uno de los instigadores de la insurrección de Cavite (20 de enero de 1872), aunque probablemente no tuvo siquiera conocimiento de los hechos. Al parecer, la única prueba que le implicaba resultó ser un desafortunado malentendido: las autoridades se hicieron con una nota en la que se afirmaba que un día antes acudiría a una reunión de amigos "bien pertrechados de pólvora y municiones", cuando en realidad se refería a ir bien provisto de dinero a una de las habituales partidas de naipes a las que el padre Zamora tenía costumbre de asistir.

Juzgado ante un Consejo de Guerra por conspiración y sedición, apenas tuvo oportunidad de defender su inocencia dada la determinación del tribunal y del propio gobernador general, Rafael de Izquierdo, en encontrar pronto unos responsables de la insurrección pese a la inexistencia de pruebas. En consecuencia, fue declarado culpable de los cargos presentados, condenado a morir por garrote vil (15 de febrero de 1872) y ejecutado en compañía de los padres José Burgos y Mariano Gómez. Al contrario que estos dos últimos, cuenta la tradición que Jacinto Zamora se mantuvo en silencio en el momento de subir al cadalso, con la vista perdida en el horizonte, como si hubiera perdido el juicio.

Ezequiel Zamora

Militar y político venezolano (Cua, Miranda, 1817 – San Carlos, Cojedes, 1860). Hijo de Alejandro Zamora y de Paula Correa, Ezequiel Zamora recibió una escasa educación.

Durante su juventud, su cuñado, el alsaciano Juan Cáspers, lo instruyó sobre la situación social y los movimientos políticos europeos; otro tanto hizo el abogado José María García, quien le dio nociones de filosofía, historia universal y derecho romano.

Ezequiel Zamora se estableció en Villa de Cura, Estado Aragua, donde abrió una tienda de víveres, y pronto amplió el negocio con el comercio ganadero y agrícola, en las poblaciones vecinas de los Estados Guárico y Apure. La lucha por el poder dividió al grupo político dirigente del país, entre el oficialismo, agrupado en torno al general José Antonio Páez, y el liberalismo de Antonio Leocadio Guzmán, que fundó en 1840 el Partido Liberal y su vocero El Venezolano, a través del cual difundía las ideas liberales.

Zamora se convirtió en dirigente regional del naciente partido, y en lector y difusor de la prensa de oposición. La crisis imperante se agudizó a partir de 1843, por lo que los alzamientos espontáneos de los campesinos llevarían a Zamora a asumir su liderazgo.

En 1846 encabezó un levantamiento en la localidad de Gumba, bajo las consignas de «tierra y hombres libres», respeto al campesino, eliminación de los godos y justa distribución de la riqueza, siendo conocido como «General del Pueblo Soberano». Al mando de un ejército campesino libró varios combates victoriosos; capturado, fue condenado a muerte pero se salvó al fugarse de la cárcel.

El presidente José Tadeo Monagas le conmutó la pena, enviándolo al ejército que combatía a los grupos paecistas alzados en armas; Zamora demostró su valor y talento en las batallas de San Carlos, Cabimas, Quisiro y Barinas. Se unió a la Guerra Federal iniciada en Coro en 1859 y dirigida por el general Juan Crisóstomo Falcón. Su ascendencia militar sobre las tropas le permitió desarrollar una campaña exitosa contra las fuerzas centralistas. Obtuvo diversas victorias, y en San Felipe reorganizó la provincia como una entidad federal con el nombre de Estado Yaracuy; continuó hasta Barinas, donde en 1859 recibió el título de Valiente Ciudadano.

Triunfante en la decisiva batalla de Santa Inés, Zamora se dirigió en 1859 hacia el centro del país; en el asalto de la ciudad de San Carlos recibió un balazo en la cabeza que le causó la muerte.

Antonio de Zamora

(Madrid, 1660/1664- id., 1728) Escritor español. Fue poeta oficial de la corte. Partidario de los Borbones, celebró la entrada de Felipe V en Madrid con el auto sacramental El pleito matrimonial del cuerpo y el alma (1701), ampliación de otro de Calderón. Sus Comedias nuevas (4 vols., 1722 y 1744) son de tema religioso, fantástico, histórico y costumbrista. Es autor, asimismo, de La doncella de Orleans, La defensa de Tarifa, La destrucción de Tebas y unos Entremeses que influyeron en Ramón de la Cruz.

Alfonso de Zamora

(1476 - 1544) Judeoconverso llamado por Cisneros para colaborar en la columna hebrea y aramea de la Biblia Políglota Complutense, y primer catedrático de Hebreo de la Universidad de Alcalá de Henares. A pesar de haberse convertido su familia, y de sus indiscutibles conocimientos de las lenguas hebrea y aramea y de la tradición filológica hebrea del Medievo, en la Universidad de Salamanca no se le concedió de modo definitivo la cátedra de Tres Lenguas que había comenzado a enseñar provisionalmente. Es en ese momento cuando lo llamó Cisneros, pensando con el mismo espíritu abierto y renacentista con el que quería que funcionara la Universidad de Alcalá. Desde 1512 ocuparía la cátedra de Hebreo y Arameo durante más de treinta años.

En él recayó la responsabilidad principal de la columna hebrea de la Biblia Políglota Complutense, y seguramente también de la aramea, con la ayuda de otros dos conversos, el segoviano Pablo Coronel, y Alfonso de Alcalá. Aunque ese texto hebreo tiene algunas peculiaridades en su vocalización y acentuación que hoy nos resultan extrañas, se trata de un texto consonántico cuidado, fiel a los manuscritos, y con un criterio pedagógico muy claro: que puedan entenderlo los poco versados en la lengua hebrea. El texto arameo se limitó, por decisión de los editores, al volumen del Pentateuco, por opinar que en los restantes libros se aleja demasiado del original con sus glosas y adiciones.

En el volumen VI de la Políglota Complutense (1515) se publicó también su Gramática hebrea en latín (notablemente ampliada en forma independiente en 1526), además de un diccionario, un tratado de ortografía hebrea, una lista de términos gramaticales, etc. La Gramática, sobre todo en su segunda edición, es una de las mejores y más completas que se escriben en la Europa renacentista, ya que incorpora un conocimiento profundo de la filología hebrea de los autores andalusíes.

Escribió también una obra apologética en la que recoge los pasajes hebreos utilizados en la controversia judeo-cristiana. Desplegó además una notable actividad como copista y traductor de obras de los filólogos hebraicoespañoles.

Alonso Zamora Vicente

(Madrid, 1916 - San Sebastián de los Reyes, 2006) Escritor, lingüista y crítico literario español. Fue Miembro de número y Secretario perpetuo de la Real Academia Española, miembro del Instituto de Estudios Asturianos, catedrático de Lengua y Literatura en Institutos de Enseñanza Media, y profesor y catedrático en las Universidades de Madrid, Salamanca y Santiago de Compostela.


Alonso Zamora Vicente

Impartió clases en la Universidad de Colonia y en la de México, y ha sido profesor visitante en las de Puerto Rico, Copenhague y Estocolmo, así como en otras universidades españolas. Fue Doctor honoris causa por las universidades de Coímbra, Salamanca y Extremadura, así como conferenciante y colaborador en las principales revistas especializadas en España y el extranjero.

Recibió el Premio Nacional de Crítica y Ensayo Miguel de Unamuno en 1969, y el Premio Nacional de Literatura en 1980. Fue autor de numerosos estudios literarios (Las sonatas de Ramón del Valle-Inclán, 1951; Asedio a «Luces de Bohemia», 1967; Valle-Inclán, novelista por entregas, 1986) y lingüísticos (Diccionario del español usual, 1975; Estudios de dialectología hispánica, 1986).

Ha escrito, además, varias novelas (Primeras hojas, 1955, A traque barraque, 1972; Mesa, sobremesa, premio Nacional de Novela y Narrativa de 1980). En 1989 fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Coimbra (Portugal).

Evgeni Ivanovich Zamiatin

(Lebedian, cerca de Tambov, 1884-París, 1937) Escritor ruso. Estudió en el Instituto Politécnico de San Petersburgo, y, primeramente como estudiante y luego en calidad de ingeniero naval, pudo viajar por Rusia y por el extranjero y visitar las ciudades de Constantinopla, Esmirna, Salónica, Beirut, Jerusalén y Port Said. Por casualidad se hallaba en Odessa durante la rebelión de la tripulación del "Potëmkin", y en Helsinki (entonces Helsingfors) en ocasión de la de Sveaborg. Al dejar el Politécnico hubiera podido actuar como profesor. No experimentaba ya entonces la pasión de la literatura. Con una serie de artículos técnicos alternaron las narraciones iniciales, tituladas Mezdnoe o Relatos de la vida provinciana.

En 1916, en el curso de la primera Guerra Mundial, fue enviado a Inglaterra para la construcción de rompehielos; uno de éstos, el "Aleksandr Nevskij", recibió más tarde el nombre de "Lenin". Vuelto a Rusia en 1917, dirigió la edición de sus propias narraciones (Isleños, Al final del mundo, Fábulas para muchachos adultos, etc.), fundó una escuela literaria, denominada "Hermanos de Serapión", y reanudó su actividad de ingeniero naval con un curso de lecciones; sin embargo, y aun cuando bolchevique desde 1905, se mantuvo lejos de la política, desilusionado por la revolución que había defendido.

La distinta orientación cultural de la fase de la "Nueva Política Económica" (N.E.P.) hizo posible la representación de una comedia suya de carácter popular, La pulga, cuyo tema procedía de un famoso relato de Leskov, El zurdo. En tal obra Zamiatin se burlaba al mismo tiempo de rusos e ingleses, ya ridiculizados en otra comedia, La sociedad de los honorables campaneros, y en Isleños.

Inclinado por naturaleza y cultura a considerar las cosas a través del prisma de la ironía, creyó posible hacerlo también con el régimen comunista en una novela utópica según el estilo de Wells, Nosotros, que prohibida por la censura soviética, sólo pudo ver la luz en traducciones occidentales. Modificada pronto la política cultural rusa, y preocupado el autor por el vacío que le rodeaba, intentó salir de la URSS. Después de largas y vanas tentativas, consiguió, finalmente, el permiso necesario alegando motivos de salud. Tras una corta permanencia en Praga se estableció en París, donde falleció casi en el olvido.

Lejzer Ludwik Zamenhof

(Byalistok, 1859 - Varsovia, 1917) Lingüista polaco, fundador del esperanto. Su niñez estuvo marcado por los graves problemas que vivió su patria, resultado de una convulsa historia de ocupaciones y movimientos migratorios, lo cual se traducía en una población absolutamente diversificada en lo religioso, social y ligüístico, aunque sometida al dominio ruso.

Todo esto condicionó la personalidad de Zamenhof, que pronto se planteó la necesidad unir a la humanidad, basándose la igualdad entre naciones y el respeto mutuo. Este planteamiento tomó cuerpo en el ideal de una lengua común supranacional que permitiera conservar las respectivas lenguas nacionales y que, no obstante, posibilitara la comprensión en el marco mundial.


Lejzer Zamenhof

Concluidos los primeros estudios en su ciudad natal, marchó a Moscú, Varsovia y Viena para estudiar Medicina y, finalmente, se especializó en Oftalmología. Durante estos años fue dando cuerpo a su proyecto, haciendo continuas correcciones y desechando todo aquello que no le parecía útil; en un principio pensó en retornar al latín, lengua que ya había sido universal en otro tiempo, y luego le pareció mejor crear otra lengua, completamente inventada.

Finalmente fue tomando cosas de los idiomas que estudiaba: el inglés le enseñó que no había necesidad de declinaciones y conjugaciones; el ruso, el alemán y el polaco le descubrieron que el número de raíces léxicas se podía disminuir utilizando afijos y prefijos; el francés le hizo ver la utilidad del artículo determinado y, por último, seleccionó aquellas palabras que le parecieron más internacionales para formar el vocabulario

El siguiente problema que se le planteó fue encontrar un editor que publicase su obra, una vez obtenido el permiso de las autoridades rusas, y la financiación necesaria. El sustento económico le llegó por medio de su suegro, y las buenas relaciones de su padre con la censura, allanaron este camino. En julio de 1887 vio la luz en Varsovia su libro Internacia Lingvo (Lengua internacional), publicado bajo el seudónimo de "Doctor Esperanto" (que luego daría nombre a la nueva lengua); pronto fue seguido de las ediciones en polaco, francés y alemán, las cuales dieron paso a una Gramática y a un diccionario esperanto-francés-inglés-alemán-ruso-polaco de la nueva lengua, titulado Universala vortaro de la linguo internacia.

Poco a poco el esperanto se fue fortaleciendo; en 1889 apareció en Nuremberg la primera revista, La Esperantisto, que contó con el apoyo del propio Tolstoi, apoyo corroborado por los académicos franceses; se formaron las primeras sociedades esperantistas y aparecieron traducciones de obras famosas que terminaron por dar carta de naturaleza -al menos literaria- a la nueva lengua.

El gran reto era comprobar si ésta funcionaría también en la comunicación oral, lo cual tendría lugar en la localidad francesa de Boulogne-sur-Mer, en 1905, con ocasión del Primer Congreso internacional de Esperanto, en el que participaron setecientas personas de más de veinte países. Zamenhof tuvo la satisfacción de ver triunfar su anhelado ideal, por el que había incluso renunciado a sus derechos de autor, pues consideraba su lengua una propiedad social. Otras obras suyas fueron Fundamenta krestomatio (1903) y Fundamenta de Esperanto (1905). Póstumamente se publicaron sus artículos, discursos y cartas sobre el tema con el título de Originala Verkaro (1929).